Capítulo 1
Mudándonos a Forks
Pov: Bella
-Luis Eduardo te voy a matar-gritaba Alessandra. A veces me pregunto si algún día estos dos van a dejar de pelearse por lo menos dos horas; no, al menos dos segundos pero eso sería un verdadero milagro.
Hola me llamo Isabella Marie Swan tengo 14 años pero parezco de 17, mis padres son René y Charlie Swan de 32 y 34 años eran muy jóvenes cuando mi madre quedo embarazada de mí; mis abuelos los obligaron a casarse por el embarazo, no soy del todo humana ya que a los 4 años empece a alimentarme de sangre de animales, mis padres consideraron la idea de que era vampira pero que no lo era del todo por mi corazón. Luego mis padres me llevaron con mi abuelo para saber que me sucedía, y él nos dijo que dencediamos de una raza muy poderosa. Pero que mi padre no era de esa raza por que las generaciones se saltan por lo que la generación de mi padre no era la elegida sino la mía.
Por lo que estos últimos años he tenido muchas clases de poderes y prácticas de lucha; mi mejor amiga es Alessandra Martinil nos conocimos en unas de las reuniones de nuestras familias, ella tiene un hermano gemelo llamado Luis Eduardo pero todos le dicen Eduardo, ellos se quieren pero pelean como perros y gatos algunas de sus peleas son muy divertidas pero las otras eran todo lo contrario.
-Eduardo, ¿qué fue lo que le hiciste a Ales?-le pregunte.
-Nada Bella solo hice un hechizo de decoración-dijo Eduardo.
-¿Sólo por eso te quiere matar?- pregunte riendo.
-No es solo por eso; este inepto en la magia volvió mi habitación y la tuya en una jungla - dijo Ales entrando a la sala.
-¡Qué tu hiciste qué!- dije gritándole a Eduardo y ya sin una pizca de gracia en mi voz. Esto era el colmo está bien que se meta con la habitación de Ales pero con la MIA no; esta vez sí pasó.
-Es que el hechizo se me descontrolo un poco; no todo somos tan ágiles en la magia como ustedes-dijo Eduardo excusándose.
-Si es verdad que muchos no saben manejar sus poderes, pero no todos lo hacen para molestar como lo haces tu hermano-dijo Ales.
-Bueno Eduardo vas a ir a dejar nuestras antiguas habitaciones como estaban a no ser que a los nuevos dueños de esta casa les guste la selva (nótese el sarcasmo)-dije.
-Está bien-dijo Eduardo subiendo las escaleras para ir a las habitaciones.
Hoy nos estábamos mudando a la casa de mis padres que está en un pequeño pueblo llamado Forks; mis padres han vivido muchos años en esa casa, era la casa de mi abuela Marie y cuando murió se las dejó a mis padres y ellos se mudaron cuando yo tenía 5 años pero desde los 8 he vivido con mis amigos. Para la gente de Forks mi padre es el jefe de policía y mi madre es decoradora de interiores.
Para llegar a Forks teníamos por delante un vuelo de cuatro horas de Phoenix a Seattle, y desde allí a Port Ángeles una hora más en avioneta y otra más en coche.
Despedirse del sol era muy difícil, pero yo no tenía que quejarme por eso; ya que yo fui quien obligo a mis amigos a que nos mudáramos para allá, yo creí que Alessandra se iba a quejar por eso pero me sorprendió diciendo que estaba muy emocionada por ir a Forks.
-No creo que mandar a Eduardo a arreglar el desastre que hizo sea una buena idea, ¿qué tal si lo pone peor?-dijo Ales.
-No desconfíes tanto de él Ales, estoy segura que lo podrá arreglar sin cometer otro desastre-dije.
-Y tú no confíes tanto en él, pareciera que te gusta mi hermano Isa-dijo Ales.
-Tú sabes que a mí no me gusta nadie ni siquiera tu hermano-le dije.
-Bueno vamos a ver si alguien te roba el corazón en Forks-dijo Ales riendo.
Alessandra, Eduardo y yo nos parecemos mucho, nuestros compañeros de clases si no nos conocieran dirían que somos trillizos, porque todos somos de cabello castaño y ojos chocolate. Hay dos tipos de diferencia entre Ales y yo, y esas son que mi cabello es con bucles y con reflejos rojos mientras que el de ella era con ondas que algunas veces están lisas o enruladas dependiendo de su estado de ánimo y tiene reflejos dorados. Eduardo es como su hermana en versión masculina la única diferencia es que él no tiene reflejos.
-Si claro-dije con sarcasmo.
-El día que llegue tu verdadero amor déjate llevar con el corazón y no con la mente-dijo Ales.
-Y me lo dices tú que nunca en mi vida he sabido que salieras con alguien-le dije.
-Yo estoy como tú, nunca me he enamorado; pero eso no significa que te diga la verdad y yo sé que cuando lo encuentres te vas alejar por miedo de lo que sientes-dijo Ales soltando unas lágrimas.
-discúlpame Ales, tu sabes que ese tema es muy delicado para mí, perdóname por haberte dicho eso-le dije a Ales mientras la abrazaba y lloraba con ella.
-Te perdono -dijo ella y nos quedamos abrazadas unos minutos más hasta que se escuchó en uno de los cuartos que algo se quebró, escuchamos un diablos y un estoy bien de parte de Eduardo.
Pov. Ales:
-Te perdono -dije y nos quedamos abrazadas unos minutos más hasta se escuchó en uno de los cuartos que algo se quebró escuchamos un diablos y un estoy bien de parte de mi querido hermano.
Hola, mi nombre es Alessandra Mary Ortega Martinil tengo 14 años pero parezco de 17, tengo un hermano gemelo llamado Luis Eduardo pero yo le digo Eduardo, nací en Chicago pero desde los ocho años he vivido en Phoenix con mi hermano y mi mejor amiga (casi mi hermana) Isabella Swan, pero a ella le gusta que le digan Bella o en mi caso Isa.
Nos conocimos en unas de las reuniones de nuestras familias, me convertí en lo que soy a los 3 años y mi hermano se convirtió a los 4 años, mis padres son Elizabeth Martinil y Félix Ortega ellos nos maltrataban a mi hermano y a mí; por eso nos escapamos a los 8 años y nos venimos a los Estados Unidos ya se preguntaran como nos dejaron montarnos en un avión sin la autorización de nuestros padres, pues fácil es una de las ventajas de ser princesa de Inglaterra.
Isa creía que yo me iba a enojar solo por el simple hecho de que nos mudáramos a un pequeño pueblo llamado Forks donde llueve casi todo el año; pero en realidad siento que algo muy importante va a ocurrirnos a Isa y a mí.
Subimos más rápido que un vampiro por las escaleras, entramos a mi habitación pero al entrar Isa y yo prácticamente rodamos de la risa, mi hermano tenia de adorno el estante donde yo tenía mis libros en la cabeza.
-Dejen de reírse y ayúdenme-dijo Eduardo.
-Lo haces tú o lo hago yo-me preguntó Isa -yo lo hago Isa- dije.
-Ok-dijo Isa.
-Ecúleo ornat caput mi frater ego te iubeo lentus abesto ab ea et colorín Colorado eaque militia ad perficiendum(estante que adorna la cabeza de mi querido hermano te ordeno que te alejes de su lado y colorín colorado este hechizo se ha acabado),- dije.
Y así el estante dejo de adornar la cabeza de mi hermanito -gracias hermanita-dijo Eduardo.
-No te preocupes hermano-dije.
-Bueno el avión sale en una hora y ya tenemos que irnos-dijo Isa.
-Ok-dije.
Y así nos montamos en el carro de Eduardo para llegar al aeropuerto, teníamos un viaje de media hora.
Media hora y veinte minutos después...
Ya solo faltaban diez minutos para montarnos en el avión, y mi hermano no dejaba de saltar literalmente sobre el asiento.
-Luis Eduardo Ortega Martinil quédate quieto parecieras que este es tu primer viaje en un avión-dije ya cansada de su actitud.
-Si mamá-respondió con sorna.
-Pasajeros del vuelo 180 en destino hacia Seattle por favor ir abordando en la puerta número 5,gracias-dijo por el alta voz unas de las aeromozas.
Pov Eduardo
--Si mamá-respondí con sorna.
-Pasajeros del vuelo 180 en destino hacia Seattle por favor ir abordando en la puerta número 5,gracias-dijo por el alta voz unas de las aeromozas.
Hola me llamo Luis Eduardo Ortega Martinil pero me gusta que me digan Eduardo, tengo 14 años pero parezco de 17 años tengo una hermana gemela llamada Alessandra, hoy nos estamos mudando a Forks un pequeño pueblo donde viven los padres de Bella una amiga (casi hermana) de nosotros, me convertí en lo que soy a los 4 años y mi hermana se convirtió un año antes.
Mi hermana y Bella saben manejar muy bien sus poderes a pesar de que no se han transformado completamente; mientras que yo, el que sí se convirtió correctamente no puedo controlar bien mis poderes increíble no.
Al entrar en el avión las chicas y yo nos fuimos directamente a primera clase, pero aburrido como estaba lo único que provocaba era dormir, en fin tardaríamos 5 horas por que en vez de bajarnos para ir a tomar una avioneta iríamos directamente en el mismo avión; pero eso si no podíamos dejar pasar la hora en el carro del papá de Isa porque sería muy extraño llegar directamente hacia Forks.
Y quería dormir, al sentarme cerré los ojos y caí en brazos de Morfeo.
5 HORAS DESPUES...
-Eduardo despierta-decía la voz de mi hermana.
-5 minutos más mamá-dije.
-¡Luis Eduardo despiértate ya!-gritaron mi hermana y Bella.
-Ya voy -dije medio asustado por el grito de esas locas.
-¡Te escuchamos!-gritaron de nuevo, a veces me olvidaba que podían leer la mente.
Al bajar del avión ya estaba ahí Charlie, el papá de Bella.
-Hola mis niñas hermosas- dijo mientras abrazaba a mi hermana y a Bella.
-Hola hijo -dijo cuándo me abrazo.
-Hola- me limite a responder.
-Bueno vamos a dejar su equipaje en el carro de policía- al decir eso me emocione demasiado a decir verdad.
Las chicas se montaron primero en la parte de a atrás mientras que yo me senté en el asiento del copiloto. Hablamos sobre el clima y de otras cosas; al llegar nos esperaba una René emocionada por vernos.
-¡Mis bebes!- gritó y corrió a abrazarnos a los tres al bajar del auto.
-Hola -dijimos a la vez.
Mi hermana y yo queríamos a René y a Charlie como nuestros padres; después de desempacar cenamos como una familia y después nos acostamos temprano porque mañana empezaríamos El Instituto. En el nos presentariamos como los hijos del jefe Swan, una tortura y con ese pensamiento cai en los brazos del morfeo.
Hola bueno espero que les guste el primer cap. de historia y es así dejen sus comentarios o si quieren decir lo que no le gusta del primer cap. y si debo cambiar algo , bueno espero que no sean tan duros.
Alexandra